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Enclavada en el corazón de la montaña leonesa, La Vecilla es un pueblo que guarda siglos de historia en cada una de sus piedras. Sus calles empedradas, sus casas de piedra y su imponente torreón medieval nos transportan a otra época.
¿Sabías que? La Vecilla fue famosa en toda la región por su peculiar raza de gallo, el Gallo de Pluma. 🪶 Este gallito, con su plumaje abundante y sedoso, era muy apreciado por sus plumas, que se utilizaban para adornar sombreros y otros complementos. ¡Incluso se organizaban ferias especiales para su venta!
Un legado señorial
La Vecilla, un pintoresco municipio situado en la provincia de León, guarda en su entraña una rica historia que se remonta a siglos atrás. Su casco antiguo, un laberinto de callejuelas empedradas, nos transporta a una época en la que la nobleza dejó su impronta en cada rincón.
El Torreón Medieval: testigo de siglos
El corazón de este legado es el Torreón Medieval, una imponente construcción del siglo XII que ha desafiado el paso del tiempo. Reconstruido en el siglo XIV, este edificio civil de bella estampa sirvió como fortaleza defensiva y, hasta hace relativamente poco, como cárcel. Hoy, excelentemente restaurado, alberga las oficinas del Ayuntamiento, convirtiéndose en un símbolo de la historia y el presente de La Vecilla.
Un patrimonio único
Junto al Torreón, otros monumentos de gran valor histórico enriquecen el patrimonio de este municipio. La Iglesia del siglo XVIII, con su magnífico crucero y la singular talla de Santa Catalina del siglo XVI, son un testimonio de la devoción religiosa de sus habitantes. Este conjunto monumental ha sido declarado Bien de Interés Cultural, un reconocimiento a su excepcional valor histórico y artístico.
La piedra habla
La perennidad de la piedra nos cuenta historias de tiempos pasados. Los escudos y blasones que adornan las fachadas de las casas en lugares como Campohermoso, La Cándana y la propia Vecilla son un legado de sus antiguos propietarios, señores e hidalgos que dejaron su marca en el territorio.
Imaginemos que somos viajeros en el tiempo, llegando a La Vecilla en una época en la que el Torreón Medieval era una fortaleza inexpugnable. Sus gruesas murallas y sus almenas nos hablan de batallas y de vidas pasadas. ¿Sabías que este torreón también sirvió de cárcel? ¡Cuántas historias se habrán tejido entre sus muros!
Desde el Torreón, podemos dirigirnos hacia la Iglesia, un edificio más reciente pero igual de cargado de historia. La talla de Santa Catalina, con su mirada serena, parece observarnos desde hace siglos. Cuenta la leyenda que esta talla tiene el poder de conceder deseos. ¿Te atreves a pedirle uno?
Paseando por las calles empedradas, nos encontramos con casas blasonadas que nos recuerdan el pasado señorial de La Vecilla. Cada escudo es una historia en sí mismo, un relato de familias nobles y de alianzas entre linajes. Al observar estos símbolos, podemos imaginar la vida de aquellos que habitaron estas casas.
Llegamos a la Plaza Mayor, el corazón de la villa. Aquí se celebraban las fiestas, los mercados y los juicios. ¿Te imaginas cómo sería asistir a un juicio en la Plaza Mayor? Seguro que era todo un espectáculo.
En las afueras de La Vecilla, podemos encontrar los restos de antiguas fortificaciones y caminos que conectaban la villa con otros pueblos. Estos caminos fueron testigos de idas y venidas de comerciantes, viajeros y peregrinos. Al recorrerlos, podemos sentir la misma emoción que ellos sintieron al descubrir nuevos horizontes.
Un paseo por La Vecilla es un viaje en el tiempo. Cada rincón, cada piedra, cada leyenda nos cuenta una historia fascinante. Es un lugar donde el pasado y el presente se entrelazan, creando un ambiente mágico y lleno de encanto.
La Vecilla de Curueño
Calle la Ropería, 2A, 24836 Serrilla de Torío. (Matalla de Torío) León
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