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El Molino de la Roperia

María Isabel de Braganza

Gran amante del arte gracias a la exquisita formación artística que recibió, María Isabel de Braganza no sólo fue reina consorte durante el reinado de Fernando VII e infanta de Portugal, sino que es considerada una de las fundadoras del Museo del Prado.

Aunque la historia cuenta que ya existían planes de crear un museo en Madrid para albergar la enorme colección de arte con la que contaba la corona, lo cierto es que la influencia que ejerció en ella nada más y nada menos que Francisco de Goya para que aceptara su propuesta de trasladar las obras a Madrid, hizo que finalmente, y tras convencer al rey, se iniciara el proceso de traslado a la cuidado.

Como resultado, las obras se conservarían mejor y además podrían ser admiradas por un número mayor de personas.

Comienza así, por tanto, la historia del Museo del Prado.

Su historia

Según cuentan, la que fue hija mayor del rey don Juan VI de Portugal, llegó a la corte de Madrid sin dote alguna, tras las misivas enviadas por la casa real que anunciaban la búsqueda de una nueva consorte para Fernando VII. Es más, no sólo llegó a ser su consorte sino que además era su propia sobrina.

Nació en Portugal, concretamente en Lisboa, y aunque tuvo una corta vida, ya que falleció a los 20 años de edad, tuvo una formación artística extraordinaria. Su madre, de origen español, era Carlota Joaquina de Borbón. Sin embargo, no fue fácil su llegada a Madrid,  ya que encontraron en las puertas del Palacio Real carteles con la inscripción “Fea, pobre y portuguesa. ¡Chúpate esa!”.

Durante sus pocos años como consorte, en una de sus visitas al Monasterio del Escorial, encontró multitud de obras de arte deterioradas, descuidadas y con riesgo de perderse por las condiciones en las que se encontraban almacenadas desde el final de la Guerra de Independencia contra los franceses.

Así, tras reunir a un gran equipo de conservadores entre los que se encontraba Francisco de Goya, decidió impulsar el mantenimiento y conservación de las valiosas obras, y así comenzar un proceso de restauración.

Maria Isabel de Braganza
Fuente Wikimedia

Los inicios del Museo del Prado

En los sótanos del monasterio existían obras de grandes artistas españoles e italianos y es así como María Isabel de Braganza decide trasladar todas las obras inicialmente al Palacio de Riofrío, en el Real Sitio de San Ildefonso en Segovia.

Inmediatamente comenzaron las tareas de clasificación y conservación de las piezas, además de exponerlas públicamente en el palacio. Por ello, Francisco de Goya le propuso trasladar las obras a Madrid, y tras un primer intento de moverlas al Palacio de Buenavista, que había sido cedido por la Academia de Bellas Artes, finalmente se instalaron en el Palacio del Prado.

Por ello, Maria Isabel, utilizando su influencia sobre el rey Fernando VII, consiguió que la restauración fuera costeada en su mayoría por el propio rey. Estamos, por lo tanto, en el incido de lo que hoy es considerado uno de los mayores museos del mundo, y donde se considera a la propia María Isabel como una de sus fundadoras.

¿Cómo llega María Isabel de Braganza a El Molino de la Ropería?

María Isabel llega a nuestro pequeño comedor después de una colaboración con el taller de arte leonés Summa Artis, donde realizaron un profundo estudio de la mujer en el arte y su impacto en la sociedad.

Así, la historia de María Isabel de Braganza se entremezcla con el particular homenaje que hemos querido rendir a otra gran fundadora, en este caso, la del propio Molino como Hotel Rural.

De esta forma, desde el taller recrearon un retrato de María Isabel con elementos decorativos pertenecientes a nuestra familia, así como otros elementos que podemos encontrar en la nueva decoración de El Molino de la Ropería.

Maria Isabel de Braganza
María Isabel de Braganza por Summa Artis León.

Igual que a María Isabel de Braganza, no sólo nos apasiona el arte, sino que estamos convencidos que para disfrutarlo no es necesario invertir una gran fortuna, sino que sólo necesitamos una pizca de inspiración, un poco de creatividad, una dosis de pasión y emoción, mezclado todo con pequeños elementos cotidianos que podemos encontrar en nuestros hogares, y que podamos reutilizar y reciclar, conseguiremos un resultado digno de los mejores museos del mundo.

Maria Isabel de Braganza
Así luce María Isabel de Braganza en el comedor

Hoy, esta pequeña obra de arte, preside nuestro comedor, que está disponible para nuestros usuarios durante el desayuno. Pero, si te alojas con nosotros y quieres conocer en detalle la obra, estaremos encantados de contarte su historia y de abrir nuestras puertas para que la visites.

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